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viernes, 30 de mayo de 2014

Reflexiones sobre la actualidad a partir de la filosofía de Simone de Beauvoir.

Magnífico artículo de nuestra alumna/compañera María Gilabert de 2º de Bachillerato A en el que reflexiona sobre la actualidad a partir de la filosofía de Simone de Beauvoir.


“ Miguel Arias Cañete, nacido el 24 de febrero de 1950, es un político español miembro del Partido Popular y Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España desde el 22 de diciembre de 2011. El 9 de abril de 2014 fue seleccionado por su partido para encabezar la lista electoral al Parlamento Europeo y cesó de su cargo como ministro el 28 de abril de este mismo año.
Esta condición de candidato al Parlamento Europeo lo situó en un polémico debate contra la también candidata a las europeas del Partido Socialista Obrero Español, Elena Valenciano. A continuación del debate, que resultó ser bochornoso y dejo en clara inferioridad de argumentos a Cañete, el candidato del PP hizo algunas declaraciones “no” sexistas:
“El debate entre un hombre y una mujer es muy complicado, porque si haces un abuso de superioridad intelectual, o lo que sea, parece que eres un machista que está acorralando a una mujer indefensa”
Esta es la primera frase que he creído conveniente extraer (textualmente) de sus declaraciones acerca del debate. Cada palabra merece ser analizada, porque ninguna de ellas tiene desperdicio. Primeramente veo innecesario, siquiera mencionar, el hecho de que afecte al resultado de un debate el sexo al que pertenezcan sus participantes. Pero si ya es absurdo mencionarlo, no hablemos de calificarlo como “complicado”. Este adjetivo es atribuido al debate porque según Cañete, hacer uso de la superioridad de la que es poseedor el hombre deja a la mujer acorralada e indefensa. Pero la cuestión es: ¿Es machista hacer uso de la superioridad que posees como hombre? ¿O es machista considerar que tienes esa superioridad? ¿Es machista acorralar a una mujer indefensa? ¿O es machista considerar indefensa a la mujer solo por ser mujer?
“Para un hombre siempre es más complicado debatir con una mujer”; “Mi percepción personal, yo no sé qué pensaran ustedes, es que es más complicado un debate de esta naturaleza, cuando tu adversario es una mujer”
Como vemos, además de candidato al Parlamento Europeo, es repetitivo. De nuevo hace referencia y se “excusa” en la dificultad que supone llevar a cabo el debate contra una mujer. Podríamos interpretar la frase “es más complicado un debate de esta naturaleza, cuando tu adversario es una mujer” como conclusión a la clara “victoria” (si puede llamarse así tratándose de una debate) por parte de Elena Valenciano sobre Arias Cañete, pero sabiendo que estas palabras han salido de la boca de este, suponemos que no es esa la interpretación correcta. El más bien se refiere, de nuevo, al hecho no de “humillar” a una mujer. Una mujer es delicada, nadie puede enfrentarse a ella de la misma manera que lo haría a un hombre, nadie que no sea machista. Y Cañete no lo es. Cañete no arremetió contra ella, no la desmontó con sus argumentos porque él, no es machista. Y de nuevo planteamos: ¿Es machista acorralar con tus argumentos a una mujer IGUAL que si fuera un hombre? ¿O lo que es machista es no hacerlo dando por supuesta la desigualdad que existe entre ambos?

“En un debate con el señor Rubalcaba podemos dar toda la línea recíproca y decirnos todas las barbaridades, en el mismo debate con una mujer se percibe de otra manera, y eso es verdad.”
A Arias Cañete tampoco podemos atribuirle la sutileza como característica. Si no había dejado clara la desigualdad que para él, existe entre hombres y mujeres, tiene el detalle de ejemplificarnos la situación. Nos expone la diferencia abismal que existe en entre Rubalcaba y Valenciano, la diferencia que no es más que el sexo. Pero no contento con dejar bien clara su percepción, generaliza esta sensación. “El mismo debate con una mujer se percibe de otra manera”. ¿Se percibe por quienes? ¿Por la sociedad? ¿Por los simpatizantes de su partido? ¿Acaso sabe Cañete como percibimos los demás el debate? ¿Sabe siquiera si habíamos percibido esa diferencia de sexo entre los participantes del debate hasta que él ha hecho referencia a ello?
Si de alguna manera podemos relacionar a Miguel Arias Cañete con Simone de Beauvoir, es situando a este como el modelo de hombre al que hacía referencia Simone de Beuavoir. La filósofa hablaba de un hombre que establecía su superioridad por medio de la colectividad. Hombre que se afirmaba superior basándose en los descubrimientos, estudios y avances de otros hombres, y sintiéndose perteneciente al mismo colectivo se atribuía también esta superioridad. Hombre que daba por hecho la inferioridad de la mujer. Hombre que no reconocía que esta inferioridad era fruto de la falta de oportunidades a la que él la sometía con su supuesta superioridad.
Solo que el hombre descrito por Simone de Beauvoir data del 1949. El hombre de hace 60 años. El hombre que no era candidato a unas elecciones europeas en representación de un de los partidos mayoritarios. “




Simone de Beauvoir


Entrada enviada por Maria Gilabert Sendra




miércoles, 28 de mayo de 2014

FILOSOFANDO CON.....SIMONE de BEAUVOIR.

Aquí tenemos una nueva entrega de los excelentes trabajos filosóficos de nuestr@s alumn@s y, una vez más, Laura Prósper nos propone una interesantísima reflexión a partir de la unión de cine y filosofía. En esta ocasión son la película En tierra de hombres y la filosofía de Simone de Beauvoir, las que le sirven de punto de partida para elaborar se reflexión sobre qué supone ser mujer hoy en día.


En toda la obra de Simone de Beauvoir se pide a gritos un cambio, una reivindicación, un adiós a los modelos establecidos. Nos invade de preguntas que nos hacen reflexionar y replantearnos el mundo porque ser mujer va más allá de la pura biología, es un modelo creado por la sociedad y las circunstancias. ¿En qué medida el hecho de ser mujeres ha afectado a nuestra vida? ¿Qué oportunidades exactamente se nos han dado y cuáles se nos han negado? Son preguntas que se nos plantean en su obra y que analizaremos a través de la visión que se nos da en la película “En tierra de hombres” . Esta película nos muestra la experiencia de una mujer que, tras ser maltratada, vuelve a su pueblo natal y decide trabajar en la mina para sacar a su familia adelante. Pero en las minas su vida no será nada fácil y el hecho de ser mujer empeorará las cosas. Como ya nos indica el título, nuestra protagonista se encuentra en un lugar que pertenece a los hombres y donde las mujeres son simples intrusas. En este escenario es donde se hace evidente la diferenciación entre hombres y mujeres y, como subraya Simone de Beauvoir en su obra, nos damos cuenta de que estas dos categorías no están simétricamente diferenciadas y que los hombres representan la autoridad absoluta, tienen el poder en sus manos mientras que las mujeres se encuentran en posición de desigualdad e inferioridad, son relegadas al papel del “Otro”, solo esta visión es aceptada, no hay reciprocidad porque ellas mismas se someten a este punto de vista y no les otorgan ese papel a los hombres, como bien queda reflejado en las compañeras de la protagonista de la película, que permiten ser objeto de burla sin hacer nada al respecto, ni apoyar a la protagonista cuando intenta poner una denuncia contra ellos. En la película se puede ver desde el primer momento en que se entra en la mina; los hombres son mayoría y dejan claro que las mujeres no importan a través de diferentes comentarios de carácter sexual que las rebaja a un simple objeto.
Una de las frases que más llama la atención en la película es la que le dice la amiga de la protagonista el primer día de trabajo: “Aquí abajo no somos mujeres”. Esta frase resume las ideas que tanto defendían las feministas y que tanto criticó de Beauvoir, porque la solución al problema de la discriminación no consiste en anular la existencia fememnina y equipararla a la de los hombres, eliminando rasgos que poseen, porque las diferencias entre ambos grupos existen y lo que hay que hacer es aceptarlas y respetarlas, hay que llegar a la fraternidad porque en la igualdad están las diferencias, como bien se dice en la obra. La película también nos muestra esta situación en una época en que la mujer ya se había incorporado al mundo laboral, lo que fue un paso clave en la relación entre hombres y mujeres. Que a las mujeres se les permita trabajar supone el crecimiento de un sentimiento de hostilidad en los hombres, que temen por sus puestos de trabajo, les intimida su competencia. Pero supone la libertad económica de la mujer y su autonomía, ya que en la película la mayoría de las mujeres dependen de su sueldo para subsistir porque están solas pero, también por ello no se enfretan a los hombres, para no perder su oportunidad de trabajar. Su papel reproductor también es un incoveniente en el mundo laboral como queda comprobado en la escena en que la protagonista se somete a un examen médico para comprobar que no está embarazada. El papel reproductivo y el trabajo no encajan y, por ello, de Beauvoir defendía la necesidad de poder controlar el cuerpo porque, sólo así, se es independiente para las otras tareas.
Por tanto, la respuesta a la pregunta con la que empezábamos es un , el ser mujer condiciona nuestra vida porque, en nuestros días, siguen viviéndose situaciones en las que ser mujer equivale a una debilidad o en las que ser mujer implica tener que demostrar por partida doble el estar capacitado para un trabajo concreto. Es triste que tantos siglos de historia aún no hayan bastado para conseguir la igualdad absoluta entre hombres y mujeres.

Laura Prósper Ortega. 2º Bachiller A.