VISITA A SAN MIGUEL DE LOS
REYES.
21 DE MARZO DE 2017. DÍA
INTERNACIONAL DE LA POESÍA.
El monasterio de San Miguel de los
Reyes puede parecer un montón de piedras quizás grande, pero es al
entrar donde se perciben miles de hechos, conversaciones, mentiras,
lágrimas e historias sin contar.
Mientras la
visita guiada continúa, mientras escuchas todo lo ocurrido aquí
dentro tras las inútilmente ingentes puertas, casi
imperceptiblemente puedes escuchar los pasos calmados de los monjes
subiendo las escaleras o incluso las quejas de los novicios al tener
que dar toda la vuelta al monasterio para subir a sus aposentos,
caminando justo a tu lado. Pero conforme vas avanzando por el
pasillo, los sonidos cambian al igual que la historia de este lugar.
De repente son gritos y sollozos reclamando piedad, al principio
agudos pero, a cada paso se van haciendo más graves, ves cómo el
monasterio ha perdido luz y los pasillos ya no dan a un bonito patio
lleno de plantas, tan solo hay más piedras y oscuridad, es entonces
cuando miras al frente para solo ver un pasillo desmesuradamente
largo. Y llega un punto en la historia de este lugar, donde solo se
escuchan peleas tanto dentro del monasterio como fuera, riñas
ideológicas constantes, hasta que llega un momento en el que no
escuchas apenas nada, solo existen los sonidos de los lápices
chocando con las líneas de las libretas y las lecciones de un
profesor desmotivado, hasta que llega el silencio más absoluto. Solo
existen palabras encerradas en libros y de repente estás parado al
final del mismo pasillo, rodeado de personas y la lejana voz de la
persona que dirige la visita, anunciando el fin de ésta; mas si
vuelves la cabeza, puedes volver a ver ese juego de choque de
biblias, de muertes, de lecciones y ahora, de letras.
Sabrina Muñoz. 1º de
bachiller
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